En el contexto de la construcción de un equipo, la confianza es la seguridad de los integrantes de que las intenciones de sus compañeros son buenas y de que no hay motivo para ser protectores o cautelosos. Básicamente, los miembros del equipo deben llegar a sentirse cómodos en sus vulnerabilidades. Sólo cuando se encuentran verdaderamente cómodos empiezan a actuar sin intentar protegerse. En consecuencia, pueden centrar su energía y atención por completo en la tarea que se esté desarrollando.
Conseguir una confianza basada en las vulnerabilidades es difícil, ya que la mayoría de las personas hemos aprendido a ser competitivos con nuestros iguales y a proteger nuestra reputación.
La confianza no se consigue de la noche a la mañana. Requiere compartir experiencias a lo largo del tiempo, diversos casos de seguimiento y credibilidad, y una profunda comprensión de los atributos personales de los miembros del equipo.
Sin embargo, mediante la adopción de enfoques concretos, un equipo puede acelerar sensiblemente el proceso y conseguir esta confianza en un plazo relativamente breve.