La confianza

La primera base del trabajo en equipo es la confianza. La confianza es un ingrediente básico de cualquier relación humana. Sin confianza, es difícil imaginar la cooperación. 

La confianza implica una expectativa: la de que la otra persona  actuará de un cierto modo. En segundo lugar, la confianza encierra una cierta disposición a asumir el riesgo de que la otra persona actuará del modo previsto. Confiar en una persona significa estar a merced de ella y asumir el riesgo de que no cumpla (aunque se trate de un riesgo calculado en la medida que responde a un juicio apropiado sobre la realidad) . 

Cuando se confía en otra persona se está emitiendo un juicio sobre su talante moral y sobre su capacidad para la respuesta que se espera de ella. Esto es, se espera en primer lugar que no engañe y, en segundo lugar, que sea capaz de hacer aquello que ha prometido.

La confianza tiene un fuerte componente afectivo. Por eso se habla del sentimiento de confianza.

Rasgos de los equipos efectivos

Un equipo de trabajo efectivo tiene una serie de características bien definidas. En su momento, Mc Gregor, uno de los teóricos más afamados sobre el tema, estableció once rasgos típicos de los equipos efectivos que es muy interesante tener en cuenta: 

1) El ambiente es informal, cómodo, relajado

2) Existe una alta discusión y participación

3) El objetivo ha sido bien entendido y aceptado por los miembros del equipo

4) Los miembros del equipo se escuchan los unos a los otros

5) Hay desacuerdos. El grupo acepta el desacuerdo como parte del proceso

6) La mayor parte parte de las decisones se toman por consenso

7) La crítica es frecuente, franca y relativamente cómoda

8) Todos tienen y sienten libertad para expresar sus ideas y sus sentimientos

9) Se hacen asignaciones claras, cuando se decide iniciar una acción

10) El líder del equipo es uno más y no domina al equipo

11) A menudo, el equipo se detiene para analizar cómo está trabajando y para evaluar su propio proceso

Desarrollar equipos efectivos

Una herramienta muy sencilla para desarrollar la efectividad de un equipo de trabajo es el ORPRI. Este modelo identifica los cuatro pilares de la efectividad del equipo.

O - Objetivos. Se trata de uno de los ingredientes críticos de todo equipo de alto rendimiento. La claridad del objetivo y el posterior compromiso hacia el objetivo es crucial.

R - Roles. Otro factor trascendente en el desarrollo de un equipo de alto rendimiento es la estructura del propio equipo. La estructura hace referencia a relaciones, roles y responsabilidades dentro del grupo. Proporciona el marco que permite que los miembros del equipo trabajen juntos para perseguir su objetivo. 

P - Procesos. Se trata del medio mediante el cual los miembros del equipo toman decisones, resuelven los conflictos y comparten información.

RI - Relaciones Interpersonales. El modo en que se relacionan los miembros entre sí tiene un impacto directo en el espítritu del equipo, en el bienestar emocional y en la eficiacia.

Diagnosticar la eficacia de un equipo mediante el ORPRI es muy sencillo y, al mismo tiempo, muy poderoso.